Motivación
Texto. Marcela Zamora
Foto. Edu Ponce
En Ixtepec, estado de Oaxaca, donde los emigrantes toman uno de los tantos trenes que forman la cadena de conexiones que los lleva a EE. UU, encontré una población grande de mujeres emigrantes. Esto me llamó la atención, pues siempre escucho las noticias y reportajes que hablan de los inmigrantes sin rostros. No veo caras: veo fenómenos sociales, estadísticas, política, pobreza, marginalidad. Con las mujeres inmigrantes en Ixtepec me identifiqué, vi caras, reconocí rostros, historias, situaciones, me encontré en estas mujeres.
“La mayoría calla y no habla”, me comentaba Marilú, una joven madre, a quien el tren le mutiló su pie, razón por la cual se ha quedado en Ixtepec ayudando en el albergue para migrantes, mientras espera su prótesis. “Las mujeres cargan un dolor tan grande que las deja mudas; los hombres aquí son los que hablan y cuentan sus historias; nosotras callamos. Si contáramos nuestra vida, el dolor nos pone débiles; y, en este camino, lo menos que podés tener es debilidad”, me asegura, mientras se soba su muñón vendado, pues todavía es muy pronto para descubrir.
Historias como la de Marilú me hicieron ver que las mujeres y los niños en este camino son los más afectados y los más vulnerables. Mientras, me sigue contando acerca de su amiga Genoveva - a quien los judiciales le robaron todo y la dejaron ir, “por gracia de Dios” - al vernos platicar se acerca una joven salvadoreña que me relata cómo a su amiga y compañera de viaje se la llevó el grupo armado llamado “los Z” . Según los EE. UU., este es el más violento en Latinoamérica, y se dedica a extorsionar, secuestrar (cientos al mes), matar y violar migrantes. Su amiga nunca regresó. “Ya hablé a mi casa preguntando por ella, pues es mi vecina, y dicen que desde que salió no han sabido nada de ella", "sabrá Dios qué le hicieron” la ultima frase la dice susurrando y con frustración. Una historia más que contar. Mientras, se reúnen y hablan de sus hijos, del miedo, del dolor, del frío, del futuro que no conocen…
Del tren de la madrugada se baja Diana, callada y asustada, con 2 niños y una bebé de 25 días de nacida. Ella no quiere volver a subirse al tren, pero su marido (que va con ellos) quiere seguir. “Una rama en el tren me tiró el portabebé; y si mi marido no lo agarra, se va a los rieles. Yo estoy recién parida; la bebé nació, aquí en Chiapas, de cesárea. Estoy cansada, ya no tengo suficientes fuerzas para continuar.”
Así como las de ellas, muchas historias no se cuentan porque las mujeres callan. En el camino, sufren en silencio. “Nuestro peor enemigo en el camino es el recuerdo”, asegura Marilú.
Son historias que gritan enmudecidas, que nadie conoce, que nadie escucha, que nadie cuenta. Que, quizás, nadie se imagina.
Siento una gran necesidad de dar voz a estas mujeres, de transmitir sus historias que no tienen suficiente tono para ser escuchadas. La mayoría hablan muy bajo; con miedo, con dolor, con sumisión, como si aún tuvieran al marido a un lado a punto de agarrarlas a golpes.
Estas historias, que las mujeres cargan en sus entrañas, tienen que salir a la luz pública; si no son escuchadas, nadie podrá jamás luchar por sus derechos.
Marcela: Es importante que tu y tu equipo sean las voces de esas mujeres y niños que sufren diariamente maltrato y violencia, sigan adelante con su labor tan importante para el mundo entero, ya que las injusticias tienen que salir a la luz y poderlas GRITAR FUERTEMENTE para que algun dia no existan y podamos vivir en un mundo mas humano y mas justo para todos. te quiero. Lucía Z.CH
ResponderEliminarMarcela, te felicito por querer contar las historias de mujeres que sufren discriminaciòn y maltrato. Se nota en cada historia que muy dentro de sus corazones buscan un porvenir digno; pero la mayorìa de estas protagonistas quedan atrapadas como ratones por unas estructuras sociales inhumanas, egoìstas, que las consideran mercancìas. Esto duele mucho y es necesario sacarlo a luz con valentìa como lo estàs haciendo en este documental junto con el equipo que te acompaña. Es necesario que no se acepte esta situaciòn de las mujeres migrantes como "normal"; hay que hacer el escàndalo con las imàgenes. Te felicito y te acompaño de corazòn. Felicito con mucho cariño a Kerin. Recibe el amor y bendiciones de tu mamà, Marìa Ester
ResponderEliminarEs posible conseguir un DVD del documental?
ResponderEliminar